Espiel es una villa situada al norte de la provincia de Córdoba, en la Comarca del Valle del Guadiato (Latitud 38º 11´, Longitud -5º 01´), a 50 km. de la capital.
El término municipal de Espiel tiene una extensión de 441,4 km cuadrados y lo delimitan los siguientes municipios: por el Norte, Villanueva del Duque y Alcaracejos. Por el Sur, Villaviciosa y Hornachuelos. Por el Este, Pozoblanco, Villaharta y Obejo. Por el Oeste, Bélmez, Fuente Obejuna y Villanueva del Rey.
En Espiel se alzan también las barriadas de El Vacar, Puente Nuevo, y Fuente Agria. La población del término asciende a 2423 habitantes (2023). Pertenece al partido judicial de Peñarroya-Pueblonuevo.
Historia de Espiel
Prehistoria
Aunque en Espiel no se da una gran diversificación, en lo que a la presencia de las diferentes etapas de la prehistoria se refiere, puede decirse que su término municipal, constituye una zona muy rica para el estudio de nuestro pasado más remoto.
Actualmente sólo contamos con la presencia de una etapa de la prehistoria, el Calcolítico, al que pertenece el magnífico yacimiento situado en el Cerro del Castillo
Edad Antigua
Durante la Antigüedad, la población de Espiel debió su importancia al estar situada en la ruta que unía Corduba y Emerita, dos capitales provinciales. Esta calzada, siguiendo el Valle del Guadiato, debió tener doble importancia, ya que además sirvió para canalizar la producción minera de la sierra hasta la vía fluvial del Bateéis (Guadalquivir), y de allí a Hispalis (Sevilla) y Gades (Cádiz). Cerca de Espiel se unía otro camino que, a través del puerto Calatraveño, Alcaracejos y El Viso, continuaba hasta la región minera de Sisapo (Almadén). Restos de calzada aparecen desde la Alhondiguilla.
Edad Media
No existe mención alguna de Espiel durante el periodo de dominación musulmana, de forma que ignoramos si el origen de la villa debe buscarse en los inicios de la conquista árabe o en los últimos siglos de presencia islámica en la zona. Lo que sí sabemos, es que a principios del siglo XIII, existía un recinto fortificado emplazado en el Cerro del Castillo que, unido a una pequeña población, formaba el núcleo originario de esta localidad.
Edad Moderna
La Edad Moderna es el periodo histórico más importante y significativo de la villa de Espiel. Durante este tiempo se sucedieron una serie de acontecimientos de gran importancia y significación para el pueblo, que se constituyó con jurisdicción propia en tiempos de Carlos I, teniendo en un principio el nombre de Bodonal; posteriormente pasó a llamarse Espiel. Este rey fue el que le concedió la delimitación del ejido, quedando el resto del término, 98.000 fanegas, como tierras comunales, excepto Las Gamonosas, finca que estaba destinada a la yeguada de las Caballerizas Reales de Córdoba.
Edad Contemporánea
A pesar de sus indudables connotaciones socioeconómicas de tipo agrario, e igual que otros núcleos comarcales del Valle del Guadiato, el desarrollo de Espiel durante la época contemporánea está profundamente determinado por la explotación y expansión de la cuenca minera, así como por la ampliación del trazado ferroviario a que ésta dio lugar. Y, en efecto, desde finales del siglo XVIII (179-1799) tenemos referencias de que las labores practicadas en las minas de Espiel dan un producto aproximado de quinientas toneladas de hulla, que se destinan en su mayor parte como fuente de energía en el complejo minero-industrial de Almadén.